Por Paulina Carrasco Gorman, Presidenta Aproval Leche A.G.
En el contexto del programa “Gracias a la Leche” que desarrollamos bajo el alero del Consorcio Lechero junto a los principales actores de la cadena láctea, uno de los pilares fundamentales en este esfuerzo por relevar el rol de la leche y sus derivados y promover su consumo, está la búsqueda y difusión de evidencia científica para que el consumidor tome sus decisiones de alimentación de manera informada.
El programa ha estado trabajando en diversas acciones que nos permitan ir generando antecedentes actualizados en diversos ámbitos y uno de ellos es el nivel de consumo de lácteos y el perfil de ese consumidor.
El último “dato duro” tiene más de una década y fue registrado por la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario-ENCA (2010/2011), que determinó un consumo diario de leche equivalente en torno a los 330 ml. (todos los lácteos traducidos en litros de leche). Esto es una porción y media, en circunstancias que las recomendaciones nutricionales nacionales e internacionales establecen una ingesta diaria de 3 porciones.
Para ir avanzando en esta dirección, un grupo de destacados investigadores que participa en el Comité Científico del programa “Gracias a la Leche” desarrolló el proyecto “Patrón y variables determinantes del consumo de lácteos en adultos y adultos mayores de Chile”.
A través de un levantamiento de información a nivel nacional que incluyó 2008 personas (56% mujeres y 44% hombres), se buscó relacionar el consumo de lácteos con variables sociodemográficas, hábitos de vida y estado nutricional, con el fin de ir conociendo el perfil de los consumidores.
Uno de los datos que llamó la atención fue que el 62% de los encuestados no realiza actividad física, factor que, junto a la alimentación, está estrechamente ligado al bienestar general de las personas.
En términos de prevalencia de consumo de lácteos, el 83% de los entrevistados consume queso, 76% leche, 74% yogur, 38% yogur, 37% postres de leche y 28% leche sin lactosa.
Respecto de quienes no consumen lácteos, el factor más determinante está ligado a “intolerancia a la lactosa”, lo que no deja de llamar la atención considerando la gran variedad de productos “sin lactosa” disponibles en el mercado, mientras que otro grupo de personas no consume porque “dicen que son dañinos para la salud”, lo que revela una influencia preocupante de algunos “líderes de opinión” que por razones muy discutibles en términos científicos promueven la eliminación de los lácteos de la dieta.
En este sentido, aparecen con una relevancia muy marginal para no consumir lácteos aspectos como dietas veganas, principios animalistas o aspectos ambientalistas.
