• SABÍAS QUE...
    • De cada 3 litros de leche que se producen en Chile 1 proviene de la Región de Los Ríos
    • El consumo de lácteos en Chile bordea los 150 litros per cápita
    • Río Bueno es la comuna que más leche produce en Chile (15%)

Buenas prácticas comerciales

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Por Paulina Carrasco Gorman, Presidenta Aproval Leche A.G.

En nuestro mercado lácteo se ha hecho un hábito -mal hábito, por cierto- que algunos fabricantes de productos de origen vegetal basen sus estrategias de posicionamiento comercial tratando de confundir a los consumidores utilizando marcas, envases y etiquetados similares a los de la leche y los derivados lácteos.

Como APROVAL hemos tenido un rol activo para controlar estas malas prácticas, ya que en la mayoría de los casos vulneran la normativa vigente en materia sanitaria.

El caso más icónico fue nuestra gestión que culminó satisfactoriamente prohibiendo a  fabricantes y comercializadores utilizar el rótulo LECHE para bebidas de origen vegetal, dado que nuestra normativa (Reglamento Sanitario de los Alimentos) establece claramente que sólo el producto de la ordeña de vacas puede denominarse LECHE.

A partir de esta exitosa gestión, hemos estado monitoreando permanente el mercado para evitar que estas acciones sigan proliferando y de esa manera compitamos todos lo actores de manera equilibrada y dentro del marco de la ley.
Sin embargo, en los últimos años algunos actores del mercado de los alimentos han ido más allá y nuevamente han cruzado la barrera de las buenas prácticas comerciales agregando a sus estrategias de marketing una obsesión cada vez más explícita por ganarse la simpatía del consumidor a partir de la crítica, el desprestigio y la denostación no sólo de la leche, sino que también de la carne.

Para fundamentar estas acciones se incurre en una serie de argumentos de discutible rigor técnico y científico y, lo que es peor, en muchos casos olvidándose que algunos tienen tejado de vidrio en materias ambientales.

Con el legítimo derecho de hacerlo, y aprovechando el segmento de mercado que se ha generado en una parte de los consumidores, algunos fabricantes de lácteos también han incorporado en sus portafolios productos de origen vegetal, pero al menos exhibiendo prácticas de posicionamiento más prudentes en relación a los lácteos.

Lamentablemente no fue el caso de la empresa Iansa, que esta semana cayó en el juego de la denostación de la carne para promover su línea de productos vegetales, en circunstancias que - en paralelo -  es un actor relevante como proveedor en el mercado de la alimentación animal que genera la misma carne que “invitaba” a no consumir. 

Ya sabemos que no se puede estar bien con Dios y con el diablo.

Este desafortunado episodio debe servir de ejemplo para aquellos actores del mercado que, en la búsqueda legítima de aumentar su facturación, cruzan la barrera de lo ético y, a veces, de lo legal.