Se registró una mejora en la producción por vaca, en tanto se acentúa la caída en el stock de vacas lecheras.
La producción lechera de Nueva Zelanda alcanzó un récord en el ejercicio a pesar de una caída en el rodeo de vacas lecheras.
De acuerdo a los últimos datos presentados por DairyNZ y Livestock Improvement Corporation (LIC), en el ejercicio las industrias lácteas de Nueva Zelanda procesaron 21.100 millones de litros de leche que contenían 1.900 millones de kilos de sólidos, una suba de 0,6% en sólidos lácteos respecto a la temporada anterior.
La suba se da en un escenario de caída en el stock de vacas lecheras en ese país, con un total de 4,921 millones de cabezas, es decir 0,5% menos que el volumen registrado en la temporada anterior. Y se acentúa la baja del stock tras el máximo registrado en que superaba los cinco millones de cabezas.
El director ejecutivo de DairyNZ, Tim Mackle, destacó que se logró una producción récord de sólidos lácteos por animal a pesar de que el número de vacas sigue siendo relativamente estable, con los productores enfocados en mejorar la productividad y la eficiencia medioambiental.
“Si bien algunos de nuestros sectores clave se han visto muy afectados por el covid-19, nuestro sector lácteo ha demostrado ser extremadamente resistente durante este período de incertidumbre y está bien posicionado para seguir desempeñando un papel clave en la contribución a la economía de Nueva Zelanda”, dijo.
La mayor producción coincide con precios más altos para los productores, con Fonterra que volvió a subir este mes su precio promedio de leche proyectado para 2020/2021, de NZ$ 7 (US$ 4,9) por kilo de sólidos, por encima de los NZ$ 6,80 (US$ 4,5) proyectados en octubre.
