De ascendencia alemana y de bajo perfil, el presidente de la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión defiende hasta la muerte el modelo de negocios que ha hecho de “la magia del sur” el rival más fuerte frente a la competencia, que por todos los medios está tratando de probar que la lechera goza de beneficios tributarios por su estatus. El apellido Grob se puede leer en varios lugares históricos y hasta una calle le rinde homenaje al clan, el que lidera hoy esta empresa que vende sobre los US$ 500 millones. Algo inédito para el modelo de cooperativas en el país.
De ascendencia alemana y de bajo perfil, el presidente de la Cooperativa Agrícola y Lechera de La Unión defiende hasta la muerte el modelo de negocios que ha hecho de “la magia del sur” el rival más fuerte frente a la competencia, que por todos los medios está tratando de probar que la lechera goza de beneficios tributarios por su estatus. El apellido Grob se puede leer en varios lugares históricos y hasta una calle le rinde homenaje al clan, el que lidera hoy esta empresa que vende sobre los US$ 500 millones. Algo inédito para el modelo de cooperativas en el país.